¿De qué le ha servido tanto esfuerzo si luego ha dejado los estudios de música? ¿Dónde quedaron las horas dedicadas al solfeo? ¿Tiempo perdido? Estas y otras muchas preguntas se las habrán planteado muchos padres, e hijos, cuando intentaron en vano que su prole aprendiera a tocar un instrumento. Para ellos, y para los que finalmente sí terminaron ganándose la vida entre notas musicales, van dirigidos los resultados de un estudio que señalan que practicar música en la infancia se traduce en una mejora de las funciones cerebrales en el adulto. LEER MAS....