Por José Zabala Recientemente visité Washington, DC, para asistir a un grandioso evento por el fortalecimiento y reconocimiento de la dominicanidad en los Estados Unidos llamado The Dominican List, organizado por la institución Dominican American National Roundtable (DANR), o sea Mesa Redonda Nacional Dominico-Americana, quienes galardonaron los 100 dominicanos más influyentes en los Estados Unidos. Podríamos decir que esta actividad fue un éxito, pues el solo hecho de que se hicieran todos los arreglos correspondientes para que en la capital de los E.U. se sintiera la alegría de los dominicanos precisamente en las instalaciones del Capitolio, que sirvieron como testigo de esta fiesta en honor a la República Dominicana, patria de Juan Pablo Duarte, Ramón Matías Mella, Francisco del Rosario Sánchez, Gregorio Luperón y muchos más heroicos dominicanos, honorables ciudadanos del mundo. Felicidades a los organizadores, reconocemos el esfuerzo y empeño que por más de 15 años vienen realizando, y sabemos que a través de la experiencia se perfecciona la práctica, por eso confiamos en que cada celebración los encaminará a la excelencia. Pero esto no se queda ahí, dice un poeta dominicano llamado Frank Adolfo: “No nos olvidemos de tener presente el arte de saber escuchar… es muy importante”. Esta frase, sencilla y profunda, me puso a pensar en el trayecto de regreso a la ciudad de NY y después de haber participado en la actividades de The Dominican List, compartido con tantos dominicanos jóvenes y valiosos que se dieron cita en este magno evento, analicé quienes pudieran ser los nuevos líderes que ocuparían los diferentes puestos electos que paso a paso podrían llevar un dominicano al Congreso Federal. Coincidí con mis acompañantes en el sentido de que para lograr un desarrollo sostenido de una comunidad en cualquier lugar del mundo, se debe lograr un poder político. Lamentablemente el poder político en mi comunidad dominicana en la ciudad de NY se está viciando según se comenta, y apuntando “dedocráticamente” hacia quien o quienes asumirán este renglón, aparentemente como si se tratara de una herencia familiar. Y como dicen los dominicanos: “Así si es bueno…”. Claro, al parecer con esto se está iniciando una nueva era. Vemos frecuentemente en la ciudad de NY y en otras partes del mundo, padres endorsando hijos para un puesto político, hermanos endorsando hermanos, tíos endorsando sobrinos, y así sucesivamente, claro eso no está mal, todos tienen el derecho de participar por un puesto electivo sin cuestionar la preparación del endorsado para dicho puesto. Pero resulta cuestionable que los familiares más cercanos de un funcionario electo sean los únicos que puedan optar por un puesto público a través del voto popular como algunos líderes entienden que debe ser en la comunidad Dominicana en NY. Creo que este no es un “buen mensaje” para estos tiempos. No puedo hablar de lo que está sucediendo en otras comunidades latinas. Ahora bien, si me preocupa la comunidad dominicana, ya que su desarrollo y futuro político podría estar determinado, según algunos líderes electos, por la “herencia” que planean dejar a su familia. Creo firmemente que debemos llevar un dominicano al Congreso Federal, y eso es parte del plan para la dinámica del desarrollo de nuestra comunidad, pero según estamos viendo las cosas y las “dominicanadas” que algunos pretenden hacer, diríamos que estamos perdiendo el objetivo principal, y anteponiendo los intereses familiares a los intereses de la comunidad. Noto cierta falta de respeto hacia los demás dominicanos quienes tienen derecho a elegir y ser elegidos para un puesto público. Es bochornoso participar en una contienda política donde solo los familiares del funcionario político electo “brillen” en la competencia. Dominicano, defiende tu derecho y tu identidad y que eventos como el acontecido llamado “The Dominican List” no pase desapercibido y olvidado, teniendo presente que nuestro objetivo principal es lograr un representante en el Congreso Federal, en término inmediato. Recuerda, un puesto público electivo no debe ser un patrimonio familiar, además deben ser los votantes en la comunidad (Distrito) que mediante los mecanismos de selección elijan al candidato idóneo para ocupar un puesto electo. Involucrar a la comunidad en la selección de un candidato es responsabilidad de los líderes electos y la comunidad determinará cuál es la persona más capacitada para ocupar el puesto, sea familiar o no de un líder político. Debemos asegurarnos que prevalezca la unidad, constitucionalidad y democracia de acuerdo al consenso popular al momento de saber elegir y ser elegido como el dominicano más idóneo para ocupar una importante posición en el Congreso Federal que represente de manera digna los intereses de la comunidad y en especial de los dominicanos en los E.U. www.zabalaaldia.com
Los Puestos Públicos Electos en NY son Patrimonio Familiar de los Dominicanos?... Si eso es así, Entonces no Tendremos un Representante en el Congreso Federal...Ver Dos notas mas de Dominicanos que valen oro!!!
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