Por Agustín de la Cruz, NY. -El término urbano, está inseparablemente ligado a las nuevas generaciones, hablar de urbano se entiende hablar de juventud, de sangre nueva, de nuevas fusiones y corrientes musicales.
Al nuevo estilo de hacer bachata, con ese toque juvenil, sensual y romántico se conoce como “Bachata Urbana” de igual manera ocurre con el merengue, al que se le ha etiquetado de mambo, electrónico y/o urbano, existen otros géneros como el dembow que, también son enmarcados dentro de lo que se conoce como género urbano.
Pero lamentablemente el término urbano no ha podido desligarse del concepto desechable, y todo debido a su baja calidad lírica y musical que predomina en la mayoría de las diferentes expresiones, salvo la bachata y una que otras escasas excepciones musicales.
La nueva modalidad de ahora es la “Salsa Urbana” una tendencia que aún está más en proyecto que en realidad, pero que al igual a los demás géneros urbanos mencionados, los pocos temas que se conocen, presentan características al vapor, ósea música elaborada a la carrera y de bajo criterio profesional, adornadas con expresiones que sólo son descifrables en los barrios y callejones de la capital dominicana, con una interpretación que ofende a la afinación y al significado de cantante.
Esta “salsa Urbana” proviene de individuos que al parecer desconocen la historia y trayectoria de un género que ha sabido sobrevivir a todas las precariedades de los tiempos, pero que además posee unos de los simpatizantes más exigentes y fieles alrededor del mundo.
Nadie se sorprenda, el que producto de la deteriorada sociedad en que vivimos y a la falta de valores y estudios musicales, de un momento a otro encontramos en los medios de difusión del país, algunos de estos nuevos desagradables inventos, sonando bajo el disfrazado argumento , de que es lo que demandan los nuevos tiempos.
El nuevo auge que se percibe en el renacer de la salsa, pueda que haya influenciado en la creación de este nuevo adefesio urbano, al que se pretende llamar “Salsa” con la única finalidad de sonar a todo costo e insistir en conseguir pegada, pero que por su baja calidad mantiene una relación distante con lo que se está consumiendo y demandando en el mercado.
Bastaría con hacer mención de algunos de nuestros nuevos talentos salseros, quienes desde nuestro país se encuentran impulsando hacia mercados internacionales esta nueva corriente bailable, romántica y magistralmente interpretada que todos conocemos como “Salsa” sin tener nada que ver con este nuevo invento. (SoyLatrino.net)
