1. Aumenta tu consumo de agua. El líquido que tu
vagina produce para lubricarse está hecho, obviamente, de agua. Tu
primer paso debe ser asegurarte de que tu cuerpo está recibiendo
suficiente: toma por lo menos dos litros de agua al día (toma en cuenta
que si haces mucho ejercicio o vives en un lugar donde hace mucho calor
debes tomar más).
2. Revisa los productos que utilizas. Desde el jabón
con el que lavas tu ropa hasta el material con el que están hechos los
condones que utilizas, checa que ninguno esté causando una reacción
alérgica en tu piel. Consulta siempre a tu ginecólogo antes de usar
duchas vaginales o jabones que entren en contacto directo con la piel de
tu vagina.3. Aumenta tu consumo de grasa saludable. Cualquier dieta que contenga menos de 700 calorías de grasa al día está afectando a tu cuerpo. El estrógeno necesario para la lubricación vaginal necesita colesterol para producirse. No descuides tu consumo de fuentes saludables de grasa.
4. Aceite de vitamina E. Antes de tener relaciones sexuales, frota tu vagina con aceite de esta vitamina. La Dra. Hilda Hutcherson, profesora de Ginecología y Obstetricia en la Universidad de Columbia, dice que este método es muy efectivo.
5. Aumenta el foreplay. Aunque ames y adores a tu pareja, puede ser que él no esté haciendo lo que tú necesitas para estar excitada. Que estés verdaderamente lubricada es tan importante como que él tenga una erección. Vean videos eróticos juntos, escriban relatos sexys, usa lencería provocativa, pídele que te hable sucio... ¡todo se vale! ;)
6. Elimina el estrés (de verdad). Tu mente está pensando en millones de cosas durante el día, y es natural que en la noche, cuando quieres estar con tu pareja, algunas preocupaciones aún estén dando vueltas en tu cabeza. Silencia tu mente con unos minutos de relajación. Pide a tu hombre que te dé un masaje, permanezcan viéndose a los ojos por un rato, tomen un baño caliente juntos o practica yoga antes de llegar a tu casa.
7. Consulta profesional. Si ninguno de estos métodos funciona, o tu cuerpo te da señales de que algo está verdaderamente mal (dolor, comezón o cualquier molestia en el área vaginal), debes consultar a tu ginecólogo de inmediato. Pon atención especial en si alguna actividad aumenta o disminuye las molestias y sé detallada cuando hables de tus síntomas con él.
Fuente: http://www.derf.com.ar