La agencia del gobierno americano que controla los accidentes en
carreteras, mar y aire, NTSB ha declarado que todos los conductores que
han sido condenados por conducir bajos los efectos del alcohol, deberían
tener un dispositivo en su automóvil que no les permitiera encender el
vehículo en caso de encontrarse ebrios.
De acuerdo al sitio kienyke.com, investigadores aseguran que con la tecnología han conseguido una pequeña medida para frenar los accidentes por conductas irresponsables como manejar borracho, ya que “conducir en condiciones inadecuadas sigue siendo un problema”.
“La gente sigue conduciendo embria porque puede”, aseguró Heidi Castle, vocera de Mothers Against Drunk Driving (MADD). “Ahí es donde las nuevas tecnologías entran en juego. La tecnología tiene el potencial para impedir que alguien intoxicado pueda operar un vehículo automotor. En esencia, lo que hace es separar el arma (el automóvil) del conductor ebrio”.
En 2011, cerca de 17.000 muertes y 1.500.000 lesiones fueron causadas durante accidentes por conducir en estado de embriaguez en los EEUU.
Una de las tecnologías presentadas en un simposio reciente fue el “etilómetro de interrupción del encendido” (ignition interlock), en esencia, un tubo que se conecta al arranque del vehículo. El conductor sopla en el tubo y, si su concentración de alcohol en la sangre (CAS) sobrepasa cierto nivel, el sistema evita que el carro se pueda encender.
“Éste es el estándar por excelencia”, aseguró Paul Marques, científico investigador principal del Instituto de investigación y evaluación del Pacífico (en inglés PIRE), una institución de salud pública sin fines de lucro.
“En cuanto a factores disuasivos o a la prevención, quizá éste sea el más común”.