NUEVA YORK.- Para la dominicana Ana Matos, una próspera empresaria y
madre de tres niños, las compras navideñas concluyeron en una pesadilla
en un tienda departamental de El Bronx.
Matos cuenta que al inicio de sus compras, que
duraron unas dos horas, se colocó una gorra de $9.99 con la intención de
comprarla. Luego de mirarse al espejo y convencerse de que le gustaba,
continuó recorriendo la tienda con la prenda puesta, que exhibía la
etiqueta y el precio.
Expresó que por el cansancio luego de varias
horas de trabajo, olvidó que usaba la gorra, hecho que no le hizo notar
la cajera al pagar los demás productos, a pesar que la etiqueta era
fácilmente visible.
Al cruzar la primera puerta, un empleado le
pidió el recibo de compra -que marcó como aprobado- y supervisó los
productos en el carrito, pero tampoco le advirtió acerca de la prenda
que supuestamente olvidó pagar.
Matos esperó algunos minutos por su esposo y
antes de salir, un guardia de seguridad la detuvo, indicando que no
había pagado el producto.
La mujer alega que inmediatamente fue víctima de
coerción, pues los empleados la presionaron para firmar una carta en la
que se declaraba culpable de robo.
"Me llevaron a una especie de prisión y me
hostigaron hasta aceptar un delito que no hice", dijo Matos, quien
afirma ser cliente de Kmart por varios años. "Alguien que quiere robar
algo no lo exhibe en público, lo oculta. No fue mi intención y las
cámaras pueden probarlo".
Según la mujer, activa integrante de la iglesia
pentecostés Reconciliación, el guardia de seguridad le informó que es
política de la tienda que al cruzar la segunda puerta con una prenda sin
pagar, se considera un robo.
"No me dieron opciones. Dijeron que no importaba cuanto gasté, que otros gastan mucho más y los sorprenden robando", enfatizó.
La residente del vecindario de White Plains
recibió una carta de la oficina de abogados Michael Ira Asen, P.C., de
Kmart, que demanda el pago de $75 -en un plazo de 30 días- por
compensación de un reclamo civil, bajo la Ley General de Obligaciones
11-105 del Estado de Nueva York.
Esta ley ofrece a las compañías la autoridad
para ejercer acciones civiles -que no representa récord criminal- en
contra de personas acusadas de hurto, sin esperar por una condena o
resolución de un caso, y permite obtener hasta cinco veces el valor del
objeto robado.
Kmart, y otras tiendas departamentales, mantiene
como política la demanda civil en casos de hurto, bajo el argumento de
resolver la situación sin una acción legal, que podría representar un
mayor problema para el supuesto ladrón.
El Diario llamó a Kmart en Bay Plaza y una
empleada indicó que el gerente no podía atender la llamada, pero un
guardia de seguridad, que no quiso dar su nombre, explicó que el olvido
es un alegato común que usan clientes en casos de hurto, y que el
proceso no se detiene por esta disculpa.
Apuntó que la política de la tienda especifica
que luego de pasar las cajas, y al cruzar el 'área negra' (segunda
puerta) con un producto sin pagar, se inicia el procedimiento de
seguridad, y que la tienda ofrece al cliente la oportunidad de elegir un
multa civil en lugar de una acción legal, pero en ningún momento se usa
la coerción para ello.
Fuente: EL DIARIO