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¿Por qué nos gustan tanto los senos?


¿Por qué nos gustan tanto los senos?Se sabe que el canon de belleza actual, de mujer de pechos muy grandes y cinturita de avispa, se gestó en la segunda guerra mundial con las chicas Pin-up que los aviadores mandaban dibujar en sus aparatos (me refiero a los aviones). Sin embargo, aunque el canon de belleza probablemente haya cambiado con respecto al de otras épocas, el desnudo femenino (y con él, sus pechos) siempre ha sido una constante en el arte y una obsesión para los hombres. se sabe que el canon de belleza actual, de mujer de pechos muy grandes y cinturita de avispa, se gestó en la segunda guerra mundial con las chicas Pin-up que los aviadores mandaban dibujar en sus aparatos (me refiero a los aviones). Sin embargo, aunque el canon de belleza probablemente haya cambiado con respecto al de otras épocas, el desnudo femenino (y con él, sus pechos) siempre ha sido una constante en el arte y una obsesión para los hombres.
Descartado el origen cultural, pues, el único otro que he encontrado que me ha complacido es el biológico. Existe una teoría que expone Desmond Morris en su libro “El hombre desnudo” y que se basa en el principio de autoimitación sexual.
tetas
Básicamente, lo que dice es que los pechos femeninos tienen esa forma para asemejarse al trasero. ¿Y por qué? Pues seguramente porque en el momento en que comenzamos a andar erguidos nuestras posaderas ya no eran tan visibles y el cuerpo evolucionó para transmitir señales sexuales frontales.
Probablemente, en un principio las señales sexuales consistían en  un trasero redondeado (también único entre todos los primates, por cierto) y unos labios genitales de color vivo rosado o rojizo. Y a medida que nuestro comportamiento se volvió más vertical, se desarrollaron, por autoimitación, señales sexuales frontales como los pechos, que recuerdan al trasero, y los pezones y los labios carnosos de la boca, que recuerdan a los de la vagina.

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