NUEVA
YORK._ Chantae M. Gilman, una mujer de 26 años de edad, pesando 240 libras y
acusada de violar sexualmente a un vecino, mientras el hombre dormía en su casa
de Seattle, se declaró "no culpable" de los cargos, al ser acusada
formalmente en la corte.
La
fiscalía de Seattle dijo que Gilman está acusada de violación en segundo grado
después que la policía investigara la denuncia del hombre, quien dijo que se despertó
de un sueño profundo y encontró a la presunta violadora encima de él y
haciéndole sexo, después que ella se subiera a la cama.
El
alegado ataque sexual ocurrió hace más de un año, pero una prueba reciente de
ADN llevó a los fiscales a presentar cargos en contra de Gilman, de acuerdo con
un reporte del canal de televisión FOX - Q13.
El
hombre no identificado, de 31 años de edad, dijo que se despertó a las 2 de la
madrugada el 17 de junio del 2013 y se encontró a la mujer a horcajadas y con
las piernas abiertas encima él y en busca de satisfacerse.
La
policía dice que el sospechoso le pidió a la acusada que se bajara de la cama,
pero ella se negó y le dijo que se callara. El hombre pudo liberarse saliéndose
de debajo de ella y la sacó del apartamento.
La
víctima dijo que había ido a dormir después de una noche de fiesta y un
"día largo".
No
sabía nada de la violadora, pero la reconoció como una drogadicta en el área. El
hombre, fue examinado en el hospital local, donde se le extrajo semen y se
comparó con el ADN de a mujer, dando positivo.
Gilman
dijo a la policía que no recordaba el incidente o si estaba en su casa. Ella se
describió a sí misma como una enferma mental.
La
policía de Seattle dijo a medios de Seattle, que un arresto de una violadora es
inusual.
"Desde
un punto de vista estadístico, sí, es atípico cuando se trata de una mujer
agresora explicó el detective Draw Fowler de la Unidad de Víctimas Especiales,
que se encarga de esos casos.
"Pero
trabajamos para aplicar la ley a todas las personas responsables de sus
acciones. La ley no está escrita específicamente para aplicarla a los hombres
ni establece géneros", agregó el oficial.
Gilman
es una madre de cuatro hijos que tenía ocho meses de embarazo de su quinto
hijo, en el momento de ser acusada.
Ella
estuvo en tratamiento psiquiátrico y abusos de drogas y alcohol, en un hospital
del Este en el estado de Washington. Hace varios años, estaba sometida al mismo
tratamiento.
Se
le dejó recluida en la cárcel y se le impuso una multa de $100.000 dólares.