En una entrevista con New York Magazine, el joven Mohammed Islam de 17 años que contó que había conseguido amasar una fortuna de u$s 72 millones especulando en sus horas libres de estudio. Su nombre aparecíó en los titulares de todo el mundo y se vaticinaba que podía ser el sucesor de Jordan Belfort.
Sin embargo, todo se trató de una gran mentira.
El propio protagonista reconoció al día siguiente que había inventado su historia junto a su compañero Damir Tulemaganbetov, a pesar de haber sido él mismo el que proclamara haber obtenido semejante fortuna.
Ambos reconocieron a New York Observer que no habían ganado nada de dinero. No obstante, Mohammedconfirmó que ofreció una entrevista a la periodista y que ella se contactó a través del padre de un amigo.
Arrepentido, el adolescente de Queens contó que dirige el club de inversión del colegio Stuyvesant, al cual asiste, y que nunca había invertido en acciones en la bolsa de Nueva York. "Eran transacciones simuladas", explicó, "aún así tuve mucho éxito y los retornos fueron increíbles, mejores que los del índice S&P500".
Tras la desmentida, la revista se defendió emitiendo un comunicado de su editor asegurando que "Mohammed dio recibos bancarios que mostraban que su riqueza era de ocho cifras". Y mantienen la historia en la web.
La noticia comenzó a desmoronarse cuando ambos cancelaron una entrevista para TV. Ahora, los dos piden perdón a sus familias. Por su travesura, Islam fue echado de su casa y tuvo que dormir en la casa de un amigo.