NUEVA YORK._ La laureada escritora dominicana Julia Alvarez, autora de la novela "En Tiempo de las Mariposas" que tratar la trayectoria e inmolación de las hermanas Mirabal, se unió a una campaña internacional en la que también participan fundaciones como Pulitzer Foundation, para que el activista haitiano Jackson Lorraine, quien adoptó el nombre de Johnny Rivas, preso por el supuesto asesinato de una "Bruja" en Monte Cristi, sea liberado.
Alvarez, quien este año recibió la Medalla de Excelencia en las Artes del presidente Barack Obama en la Casa Blanca, se refirió a la campaña en una reciente y larga reseña que publicó en el The New York Times, acerca de un viaje que hizo en compañía de su esposo Bill y del que dice, desde niña había soñado hacer.
Refiere que recorrió toda la franja fronteriza terrestre entre la República Dominicana y Haití, y que el momento más impactante, desde Montecristi, en el Noreste, hasta Pedernales, en el extremo Sur, fue cuando visitó a Rivas en la cárcel pública de la fortaleza San Fernando, donde está recluido el activista haitiano, cuyo caso data desde junio el 2013.
"En Montecristi, también entramos en un círculo del infierno", relata la escritora en su artículo.
"Uno de nuestros objetivos fue visitar a un preso haitiano llamado Johnny Rivas, detenido por cargos no verificados de haber asesinado a una bruja", agrega Alvarez.
"Hemos conocido de él a través de algunos activistas de derechos humanos, que nos hablaron que participan en una campaña para liberarlo", explica la escritora.
"A pesar de que fue arrestado antes de la sentencia, su caso es un ejemplo más de la violación frecuente de los derechos civiles de los haitianos, especialmente de los pobres, en suelo dominicano", expresa la autora.
"Dentro de la fortaleza de San Fernando, entramos por completo a otro país, a cargo de los prisioneros con honorarios para la protección y cualquier otra cosa que cualquier otro preso desee, como prostitutas o un teléfono celular", narra Alvarez.
Dice que Lorraine o Rivas, está recluido en una estrecha celda con medida de 4 por 6 metros y que lo encontró demacrado.
"Johnny, lleva más de nueve meses detenido sin fianza", precisa el artículo de la escritora.
"¿Qué decirle a un hombre en estas circunstancias?", se pregunta Alvarez.
Relata a que la celda en la que está el haitiano, que llegó niño a la República Dominicana, ella y sus acompañantes, fueron guiados por un "guardián sin camisa", que lucía una cadena con la imagen de la gatita "Hello Kitty" y los llevó por un pasadizo oscuro y sin aire.
EL CASO
La acusación contra el haitiano, ha generado severas críticas en organizaciones de defensa de derechos humanos como Amnistía Internacional y American Wach Rigths, además de numerosas fundaciones internacionales, que se han interesado en su situación.
Periódicos europeos, estadounidenses, canadienses y latinoamericanos, han difundido ampliamente la historia del reo y algunos medios digitales dominicanos como acento.com, han titulado reportajes como "Johnny Rivas, una víctima degradado y violentado por la justicia dominicana".
Rivas, de quien se dice, ha tenido una buena defensa de abogados, es víctima de ensañamiento por parte de la fiscalía y el juez del caso en Montecristi.
Un hijo de Rivas, que es un trabajador agrícola y activista de derechos humanos de sus connacionales en Montecristi, vio morir un hijo suyo a causa de una picadura de un insecto.
La presunta "bruja" asesinada, era compatriota de Rivas y a él, se le achaca haberla matado por "venganza" y aunque la medida de coerción que se le impuso fue de tres meses, ha permanecido en la cárcel por casi dos años.
El juicio no se ha hecho, alegando obstáculos y "tecnicismos" jurídicos. La causa se fechó para el pasado 25 de septiembre, pero fue reenviado nuevamente.
Juristas locales y nacionales han catalogado como un "adefesio" el amague de juicio contra el haitiano.
Sostienen que no hay una sola prueba que lo incrimine en el asesinato de la "bruja". El 26 de agosto, también se programó la causa, pero tampoco se llevó a cabo.
Se acusa a la policía y a la fiscalía de Montecristi, de fabricarle el expediente para sacarlo de circulación por su dedicación a la lucha por los derechos de sus compañeros trabajadores en los campos agrícolas.