Por Agustín de la Cruz (Sugar).
New York, (SL) -Resulta errónea e irresponsable, la simple
explicación que se limita a asegurar que la carencia de presentaciones
en vivo en los clubes de la gran manzana, se deba a que los artistas
estén muy caros.
La tarifa, es únicamente un elemento dentro del complejo problema que en la actualidad aqueja al mundo del entretenimiento.
El público, quien a la vez es
cliente y consumidor podría tener la excusa perfecta para buscar otros
lugares y forma de entretenimiento, si aplicará el alegato de que las
entradas y las bebidas están a precios inalcanzables en los clubes.
No podemos hacernos la falsa
ilusión de que a base de talentos locales y de Dj, se podrá complacer a
un público acostumbrado a las atracciones en vivo que cada semana se
ofrece en el área tri-estatal y, ésa es una realidad que ya ha comenzado
a sentirse en la pobre asistencia que se registra en los días más
activos de cada club.
A nuestro entender los
propietarios de clubes, los artistas y quienes los venden, tienen puntos
a modificar, tomando en consideración que el denominador común para
todos, es que son negociantes y están todos dentro del mismo negocio.
Si lográramos eliminar la
arbitrariedad de los propietarios de clubes, propiciando además un
intercambio de sugerencias con los artistas y quienes los manejan, de
seguro que se darían las condiciones para establecer una razonable y
entendible modificación en las tarifas de algunos artísticas, como
resultado de un sincero y abierto diálogo entre las partes.
Somos del criterio que los
propietarios de clubes deben detener la competencia desleal entre ellos
mismos, evitando que en la misma fecha y área, varios clubes estén
ofertando atractivas y costosas carteleras artísticas a sabiendas que no
todas lograrán cubrir la inversión y mucho menos arrojar beneficios,
resulta cuestionable la gran proliferación de clubes, pues la saturación
de centros de entretenimiento es un factor dañino que afecta
directamente a la industria.
El factor publicidad, continua
siendo la columna vertebrar de todo evento, es imprescindible el que se
utilicen todos los medios existentes de promoción y dejar de pensar que
se obtendrá convocatoria, únicamente a través de las redes sociales.
Por otro lado, los bookings
deben comenzar a manejar de manera más responsable la colocación y
exclusividad de sus artistas, de tal manera que en un fin de semana el
artista no sature la plaza, provocando que de tres fiestas vendidas, dos
terminen perjudicando económicamente a los propietarios de clubes.
Todos los sectores involucrados
procuran mejores condiciones, pero nadie aboga por el cliente, creo
firmemente que es tiempo que el público también se exprese y eleve su
voz reclamo ante sectores del entretenimiento que sin la existencia de
quienes consuman, dejarían de existir.




