Mucho se habla de la evolución que ha sufrido el ser humano a través de los años, de cómo comenzó a caminar en dos extremidades, el cerebro y su funcionamiento y por supuesto, de la sexualidad humana... Sabemos que el pene es la "herramienta", que en conjunto con la vagina, permite la reproducción; pero te has detenido a pensar en el porqué de su forma, tamaño y textura ¿no?, pues el psicólogo evolucionista Gordon Gallup de la Universidad Estatal de Nueva York, se ha encargado de analizar y realizar diversos estudios para descifrar este miembro que los hombres poseen.
De acuerdo con scientificamerican.com, el pene humano es en realidad una impresionante "herramienta" en el verdadero sentido de la palabra, fabricada por la naturaleza durante cientos de miles de años de evolución humana.
El científico utilizó el enfoque de la "ingeniería inversa" para descifrar el diseño del pene; una técnica de investigación lógico-deductivo para descubrir el propósito, función y adaptación de algo ya existente; los rasgos físicos, procesos psicológicos o sesgos cognitivos.
Antes de continuar, hay que dejar claro que el pene tiene una peculiar forma con una ligera curvatura hacia arriba, un eje largo y rígido, un glande (cabeza) que sobresale del radio mayor del resto del órgano, y la cresta coronal.
Lo primero que menciona Gallup, es que a pesar de la variación de tamaño entre los individuos, el pene humano erguido es especialmente más grande en comparación con el de otros primates.
Mide de promedio entre cinco y seis pulgadas de longitud (de 13 a 16 centímetros) y un promedio de aproximadamente cinco pulgadas de circunferencia (12 centímetros), pues incluso el chimpancé mejor dotado, tomando en cuenta el tamaño de su cuerpo, posee un pene de la mitad del tamaño que el pene humano, tanto en longitud y circunferencia.
Además, cabe mencionar que los chimpancés, gorilas y orangutanes tienen un diseño fálico mucho menos extravagante, más o menos todo el eje. En cambio, uno de los rasgos más significativos del pene humano no es tanto el glande en sí, sino más bien la cresta coronal que se forma debajo.
El diámetro del glande en donde se encuentra el eje es más ancho que el propio eje; esto se traduce en la cresta coronal que se extiende alrededor de la circunferencia del mismo; para Gallup esto podría ser una clave importante para la evolución de los orígenes de la extraña visión del pene humano.
También, señala que la evolución del pene humano está íntimamente ligada con la vagina humana. Estudios con parejas heterosexuales revelan que, durante el coito, el pene se expande completamente y ocupa el tracto vaginal, y con una penetración total puede llegar hasta el cuello uterino de la mujer y elevar su útero.
Esto, combinado con el hecho de que la eyaculación humana es expulsada con gran fuerza y a distancia considerable, sugiere que los hombres están diseñados para liberar el esperma en la parte más alta de la vagina.
Es en este punto donde el psicólogo evolucionista lanza la teoría de que uno de los objetivos primordiales del pene es no sólo lanzar el semen en una parte poco accesible de la vagina, sino que también está diseñado para desplazar el semen que otros machos hayan dejado dentro, como un medio para maximizar la probabilidad de paternidad. Así lo publicó en la revista Psicología Evolutiva, en 2004, Gallup y coautor, Rebecca Burch.
Esta "teoría semen desplazamiento" es la parte más interesante que abarca Gallup, ya que menciona que debido a que no somos una especie monogámica y debido a que las células de esperma puede sobrevivir en el moco cervical de la mujer hasta por varios días, esto significa que si tiene más de una pareja sexual masculina en este período de tiempo, digamos dentro de 48 horas, entonces el esperma de estos dos hombres se disputan por acceder a su óvulo.
En 2003, la revista Evolución y Comportamiento Humano publicó una serie de estudios de Gallup y de su equipo de sus estudiantes, quienes realizaron diversas pruebas con genitales artificiales de diferentes formas y tamaños. Incluso, inventaron varios lotes de fluido seminal realista.
Los investigadores seleccionaron varias prótesis de genitales adquiridos en tiendas eróticas, incluyendo una vagina de látex y tres falos artificiales. Los primeros dos falos se parecía mucho a un pene humano real, variando sólo en las propiedades de la cresta coronal, mientras que el tercero (el falo control) fue el jinete sin cabeza, ya que no poseía cresta coronal.
El estudio consistió en una serie controlada de los ensayos de desplazamiento, en los cuales la vagina se cargó con semen artificial, y los falos se introducían a diferentes profundidades, para simular el empuje.
Después, el orificio de látex se examinó para determinar la cantidad de semen que había sido desplazada de la misma. Como se predijo, los dos falos con bordes coronal desplazaron significativamente más semen de la vagina (casi eliminaron el 91 por ciento) que la "cabeza" de control (35,3 por ciento). Además, se determinó que entre más profundo es el impulso, se desplazaba más semen.
Para reafirmar esto, Gallup realizó una encuesta a estudiantes universitarios sobre su historial sexual. Con estas preguntas quiso determinar si el comportamiento del pene se podría predecir sobre la base de sospechas de los hombres de la infidelidad de sus parejas.
En el primero de estos cuestionarios anónimos, tanto los hombres como las mujeres informaron que, a raíz de una supuesta infidelidad, ellos empujaron más profundo y más rápido.
También se reveló que las primeras relaciones sexuales después de estar un tiempo separados, son más vigorosas, es decir, el coito vaginal después de períodos de separación implica empujar más, y más rápido.
En ambos casos la hipótesis es que inconsciente o conscientemente los hombres buscan combatir la posibilidad de que sus parejas hayan tenido durante su ausencia sexo con otros hombres; así ser ellos los que tengan la posibilidad de procrear con esa mujer. Fuente: de10.com.mx/15189.html