“Al dormir boca abajo nos obligamos a mantener el
cuello girado durante horas para poder respirar, modificando así la
curvatura cervical y (además) estar tumbado en posición boca abajo
aumenta nuestra curvatura lumbar haciéndonos más vulnerables a sufrir
lumbalgias”.
Esta institución señala que “repetir este hábito durante 7 u 8 horas diarias, nos hace más susceptibles a padecer cervicalgias, tendinitis, dolores de origen ligamentarios, u otros problemas músculo-esqueléticos”.
En cuanto al colchón, los expertos recomiendan la dureza media, y recuerdan se debe combinar la rigidez del colchón con la del soporte.
Fuente: http://www.rpp.com.pe







