— Tiempo compartido: si cada vez estáis menos tiempo juntos y ya no intentáis coincidir para disfrutar de vuestra compañía es una señal de que os estáis separando poco a poco y que vuestros intereses van por caminos distintos.
— Falta de comunicación: en los momentos en que estáis juntos sois incapaces de mantener conversaciones interesantes, más allá de lo que a uno le apetece cenar o de que hay que llevar el coche a revisión. Por la noche, que es cuando más tiempo coinciden las parejas, si él prefiere estar con el oredenador o la televisión, también es una señal de que es el momento, precisamente, de hablar sobre qué está pasando en la relación.
– Sin planes: cuando tu marido ya no hace planes conjuntos como antes, es una muestra clara de que ya no siente las mismas ganas de compartir el ocio contigo.
— Adiós sonrisas: antes era simpático, se reía con tus ocurrencias y le gustaba gastarte bromas. Sin embargo, ahora nunca os reís juntos y las carcajadas ya no forman parte de vuestra vida.
— Relaciones sexuales: tradicionalmente se ha dicho que a la mujer era a la que «le dolía la cabeza» como excusa para no mantener relaciones sexuales. Ahora es él el que padece jaquecas continuas o está demasiado cansado por el estrés del trabajo. En el caso de mantener dicha relación eventual, ya no se muestra tan cariñoso contigo.
— Mejor con los amigos: ya no está tanto tiempo en casa. En cuanto recibe una llamada de sus amigos se marcha con ellos al cine, a ver el fútbol...
— Cuestión de detalle: no todos los hombres son detallistas, pero si el tuyo era de los que te sorprendían con unas rosas o te invitaba a cenar de vez en cuando a un restaurante romántico y ya no lo hace —sin excusas por estar en crisis porque siempre puede sorprenderte diciéndote lo guapa que estás o llevándote el desayuno a la cama— es una muestra de que ya no le apetece hacer un pequeño esfuerzo por su pareja.
Fuente: ABC.es