Sostienen que los “sicarios” mantienen en zozobra a la comunidad con constantes hechos de sangre que ha cobrado la vida de varias personas.
"No al sicariato y la violencia; digamos sí a la vida", expresó el pastor Pablo Urena, que reclama del gobierno una mayor inversión social para ponerle fin a la criminalidad. www.elcaribe.com.do